Días pasados, tuve que llevar el coche de mi hijo a Cardiff, donde se encuentra (se supone) estudiando.
A pesar de que me encanta conducir, sopesé el viaje, Madrid-París, 15 horas de trayecto, una parte de noche, en otoño quizás con lluvia. Al día siguiente otros 300 kms. hasta Calais y luego otros 350 hasta Cardiff, por la izquierda y con un coche que no es al que estás acostumbrado.
Había varias alternativas, dos principales, ir en coche hasta Calais y cruzar el canal, bien en ferry en hora y media, bien en tren lanzadera en 20 minutos. Eso era lo fácil.
La otra ir en ferry desde Santander a Plymouth, la difícil, que es la que escogimos. Digo escogimos (incluyendo a mi mujer) pero toda la responsabilidad es mia.
El viaje Madrid-Santander en coche estupendo, parada en Somosierra, km. 99 a tomar café.
Nueva parada en la provincia de Burgos, al cruzar el Ebro y antes de acometer el Escudo.
Pasamos el Puerto del Escudo sin dificultad, ni aire ni lluvia, nada, un dia primaveral. Llegamos a Puente Viesgo. El Hotel-Balneario le han ampliado y donde antes entrenaba la Federación Española de Fútbol han hecho unas 25 habitaciones y abajo han instalado la cafetería, eliminando la del edificio antiguo y haciendo más salones.