A pesar que tengo muchas ganas de volver a mi país, hay cosas que se agradecen cuando se vive fuera de él. Una de esas cosas, sin lugar a dudas, son las retransmisiones de F1 que Telecinco emite con una gran cobertura, algo que hay que agradecer. A pesar que este fin de semana no he estado frente al televisor a la hora clave, por imposibilidad, he conseguido ver el GP de Estados Unidos retransmitido por Telecinco. Doy gracias a que no lo veo todos los fines de semana, porque no sé qué sería de mí.
Han conseguido que muchos aficionados ‘noveles’ al deporte rey del motor, sigan domingo tras domingo las carreras que se disputan en los diferentes circuitos de la temporada de F1. Lo que no estoy tan de acuerdo, es la filosofía con lo que lo hacen. Estos aficionados de 2 ó 3 años siguen a Alonso porque le tienen hasta en la sopa. Es una retransmisión un tanto coaccionante: sólo se centran en Fernando, viven y trabajan para el español. No creo que haya objetividad en sus comentarios y cuando pasan 2-3 minutos sin aparecer en pantalla el coche del español, se puede oir salir de la boca de «el calvo» la famosa frase «queremos ver a Fernando», como si sólo estuviera él en la pista. Las hostilidades de «el gordo» hacia De la Rosa y McLaren o cualquier equipo diferente a Renault, ya son muy cansinas, y no hacen más que ofender al tercer piloto de McLaren. En el reciente GP de Indianápolis, acerca de los abandonos de los dos pilotos de la escudería McLaren, «el gordo» arremetió contra el piloto catalán sugiriéndole la contratación de unos servicios para el equipo sobre la fiabilidad de sus motores y sus abandonos. Ya harto, De la Rosa le contestó «bromas aparte, porque espero que sean bromas…». Una o dos bromas son graciosas, pero contínuas terminan cansando. ¡Basta YA!