Autor: Javi Vicente

  • Aquellos maravillosos portátiles…

    A mis amigos y en parte, a la universidad que me impidió seguir mis estudios como ingeniero técnico químico, le debo el que hoy esté contando esto en un lugar llamado Cardiff donde, si hace unos pocos años me dirían que iba a estar aquí, no me lo hubiese creído.

    Todo llega un día en el que decido estudiar química y como eso de las matemáticas, física y resto de ciencias me gusta mucho, decido hacer una ingeniería química. La universidad era nueva, era la primera promoción de mi carrera, hasta me hice la orla el último año y me apunté con mis compañeros al viaje de fin de curso a los carnavales de Tenerife allá por el 2001. Cuando agoto la 5ª convocatoria de una asignatura llamada química orgánica (fíjate tú quién me iba a decir que me iban a echar por esa asignatura habiendo aprobado cálculo, física, fisico-química…) y no me dejan continuar la carrera en la comunidad de Madrid.

    Nunca había pensado irme a estudiar fuera, por lo que no me lo planteé en aquel momento, así que decidí estudiar un módulo superior en informática, siguiendo los pasos de mis padres, más exactamente en el curso de desarrollo de aplicaciones informáticas, todo programación (saqué un 10 en la asignatura en la carrera de química :-). Como becario el segundo año entro en PC Actual y hasta entonces mi relación con los ordenadores era como la de cualquier usuario básico, incluso hacía escasos 6 meses que un amigo me había enseñado a cambiar la unidad lectora de CD por una grabadora. Por supuesto que los portátiles no los quería ni ver, unas máquinas pequeñas, inútiles, que no servían para nada, y que además parecía que llevabas un «muerto» cuando cargabas con él.

    La tecnología había avanzado y no me había dado cuenta, por lo que cuando vi allí el primer portátil me entró por los ojos. Aun así no entendía cómo alguien podía trabajar en esa miniatura de pantalla y teclado. Cuando vi un par de ellos me empezó a gustar la idea, esa de no depender de nada alámbrico, incluso estar conectado a Internet o al PC de sobremesa, poder ver una película (con restricciones) e incluso conectarse al móvil con la tecnología Bluetooth. Todo eso se confirmó cuando llegó a la redacción el Sony Vaio T1 (creo que era ese modelo) con sus 10,4 pulgadas de pantalla panorámica, resolución de 1050×800 con una nitidez propia de las pantallas de Sony y una calidad presente en todos los materiales. Era una nueva época, había pasado del 386 a 33 MHz en blanco y negro con 4 kilos de peso (creo que me quedo corto) a aquel Intel Centrino ULV con 1 GHz de frecuencia, color real de 32 bits y apenas 1 kilo de peso, con unidad de DVD incluida, y todas las tecnologías inalámbricas existentes. Estoy hablando de marzo de 2004.

    Pasaron por mis manos ordenadores de sobremesa, portátiles, compactos, Tablet PC…pero dos se me han quedado grabados. Uno fue el Samsung Q30 que presentaron en el SIMO del año pasado y que no pude probar hasta 4 meses más tarde por problemas de logística y el Toshiba R200, como comento aquí. He de decir que ambos con unidad lectora externa, con pantalla de 12,1 pulgadas y apenas 1,2 kilos de peso, el último además con lector de huella digital.

    Ahora no pasa un día que investigue sobre algún lanzamiento de cualquier marca conocida, e incluso conocer nuevas marcas, en busca de la mejor relación calidad/precio. Recientemente Toshiba, innovadora en el campo de la tecnología de los portátiles, acaba de presentar su portátil con una pantalla capaz de reproducir High Definition Video (HDV) con una resolución de 720 lineas verticales certificado por Toshiba con el estándar para ordenadores denominado HD To Go (similar al HD Ready en los TVs).

    Estamos ante una nueva era, una nueva tecnología que cambiará el mundo de la televisión y la imagen en los próximos años y que no ofrece más que ventajas en cuanto a calidad de imagen, sonido y definición, por ello se llama, Alta Definición.

    ¡Felicidades a todos los Javier, yo incluido ;-)!

  • ¡Manos a la obra!

    Se acerca la fecha de entrega de assignments, essays y presentations, y como no, en inglés.

    Es una fecha difícil, sobre todo para los que apenas hemos «chapurreado» algo de inglés en estos dos largos meses y en contadas ocasiones el resto de nuestra vida (mi idioma es el alemán). Es el momento de darlo todo por tener unas mejores vacaciones de navidad, aunque no libres del todo, y poder disfrutar de la familia, los amigos, mi deporte favorito, el ski, y esos parajes españoles que a veces tanto se echan de menos.

    A la vuelta tendremos exámenes de enero, no febrero, de las asignaturas y más entregas de trabajos, así como un arduo seguimiento de la Dissertation (proyecto) hasta junio en el mejor de los casos.

    Por ello, y contra mi voluntad, no voy a poder hacerme cargo del blog todo lo que quisiera durante esta semana y media (el 14 me vuelvo a Madrid :-D). Por ello voy a ceder a mis más queridos redactores para que se ocupen de «todo esto», que seguro que tienen muchas ideas y cosas interesantes que contar.

    ¡Hasta pronto!

  • G2G con Google Mail

    Leo a través de Alt1040 una versión beta de intercambio de archivos (P2P) utilizando la cuenta de GMail. La idea es perfecta ya que en más de 2500 Mbytes caben muchos archivos, incluso unas cuantas películas en DivX, pero lo más importante de ello es que no es necesario compartir todos los archivos, únicamente los que nosotros elijamos.

    Al entrar en la propia página de la aplicación, llamada G2G, podremos registrarnos con un nombre de usuario y una contraseña. En el segundo paso insertaremos la cuenta de GMail donde se encuentran los archivos a compartir y en el tercer paso elegimos los archivos: bien todos, o bien aquellos marcados por etiquetas.

    No he explorado en exceso la aplicación, pero a simple vista le veo un fallo bastante gordo, y es la no capacidad de búsqueda por ficheros, únicamente por nombres de usuario donde indica la cantidad de archivos y el tamaño compartido.

    Iré poniendo más cositas según vaya conociendo más a fondo las capacidades de este nuevo «G2G»

  • Que me entierren con el movil

    Nokia MobileParece ser que en Irlanda, cada vez son más las personas que desean que se les entierre con el teléfono móvil, apagado, para que no se gaste la batería.

    La Historia siempre ha sido cíclica, es decir, se suceden las modas (las botas que se llevaban hace 15 años vuelven a estar de moda ahora, etc.). Igual ocurre con muchos temas, entre ellos el del culto a los muertos.

    Los egipcios eran enterrados con sus pertenencias, vasos, anillos, etc., pues bien, ahora la moda es llevarse el teléfono móvil al otro mundo. Entiendo que los que incineren no les servirá para nada, porque el teléfono también será incinerado.

    También puede ocurrir la broma macabra, que alguien solicite una tarjeta de teléfono con el número del muerto diciendo que se le ha perdido el teléfono y se dedique a llamar a los conocidos. Me imagino la cara del propietario del móvil cuando le oiga sonar y vea en la pantalla «Peter», a cuyo entierro asistió la semana pasada. Entiendo que tardará en reponerse.

    Es mejor que todas estas cosas se tomen a broma, porque en otro caso estaríamos fuera de sí todo el tiempo.

  • Cambios de diseño

    Como todos habréis podido comprobar, he insertado un pequeñito dibujo de chicho terremoto, que tan buenos momentos me ha hecho pasar por las mañanas antes de ir al «cole» y por la tarde, según la temporada.

    Es obra de Javi Moya, que amablemente ha dado a conocer su código y lo he tomado prestado ;-). Me parece muy divertido y original y por ello se lo agradezco.

    Ahora veremos muchos blogs con una imagen fija en cualquier sitio de la página 😉