Ya hace casi dos meses que me compré esta increíble cámara de fotos réflex digital y aún no he terminado de conocer todas las funciones que posee. Supongo que como cualquier otra cámara de esta gama, pero el problema es que hasta ahora no había usado una reflex digital (ni analógica), por lo que lo más bonito, es ir conociéndola poco a poco.
Lo primero que hice fue montar el objetivo, una operación muy sencilla guiándose por los puntos de anclaje de colores. Venía con el objetivo de Canon 18-55 mm, pero desde el principio noté que se me quedaba un poco corto en zoom, con lo que me decidí a mirar más objetivos en los que la calidad/precio fuera bastante aceptable, dentro de un presupuesto mínimo para un principiante de fotogafía. Fue entonces cuando vi en Canonistas un objetivo Sigma 55-200 mm por 100 euros (de segunda mano claro) con protector y filtros sky y polarizador. Era la mia, así que lo compré justo antes de mi viaje a Fuerteventura.
Lo poco que he aprendido ha sido a no utilizar el programa automático por completo que viene en la cámara, ya que primero, no almacena las fotos en RAW, y tampoco permite conocer todo el encanto de la fotografía. Dicen los entendidos, que lo suyo es completamente manual, donde se pueden manejar al antojo la ISO, prioridad a la abertura, obturación y demás valores en los que me pierdo. Yo por ahora hago mis primeros pinitos variando la abertura del diafragma, pero no siempre, únicamente cuando estoy probando, ya que si tengo que ponerme a hacer una foto e ir probando hasta que salga bien, el objeto se me ha cansado o se ha hecho de noche.