Un Gran Premio lleno de anécdotas y en el que se ha visto quien es el mejor y por qué tiene en su palmarés nada más y nada menos que 7 Campeonatos del Mundo, 5 de los cuales consecutivos con Ferrari.
Comenzó la carrera volcando el coche de C. Albers, alcanzado por detrás por Yuji Ide, cuando ya hacía tiempo que no se veía la parte inferior de un coche en carrera. Si no me equivoco desde hace ya algunos años, en este mismo circuito, cuando un Arrows volcaba (no recuerdo nombres, aunque creo que era holandés, compañero de De La Rosa). Michael se afianzaba la primera posición y unas vueltas más tarde hacía Alonso con la segunda plaza, que les llevaría hasta el final. Hasta la mitad de carrera se ha visto un imparable Schumacher con su Ferrari, pero después se ha desinflado, no sé si por órdenes desde el box, pero rápidamente ha sido alcanzado por Alonso, que se ha mantenido a menos de medio segundo permanentemente hasta la vuelta 59, cuando ha perdido algunos segundos.
Mientras tanto, Kimi adelantaba posiciones de una manera muy tímida y casi sin destacar. En la vuelta 31, Button entraba por segunda vez en boxes y protagonizaba la anécdota del día. Cuando le iban a retirar la manguera, ésta quedaba enganchada indicándole el hombre del chupa-chups que estaba todo listo. La manguera se atasca en el coche, quedándose la boquilla y arrancando la manguera. No le queda más remedio que parar en medio de la calle de boxes para que sus mecánicos le extrajeran del coche la boquilla.