Ene3

Bajo cero

Javi Vicente microsano
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La primera entrada del año, exceptuando la felicitación casi obligada, la voy a dedicar al deporte que más me gusta, pero que por sus características no se puede practicar en cualquier época del año. Vale, es cierto, al otro lado del charco, en la Pampa argentina se puede practicar cuando aquí es verano, pero mi economía no es tan rica como para permitirme ese capricho.

Por si no lo habéis averiguado todavía, estoy hablando del ski. Sí, es mi preferido y como no, la mejor forma de acabar el año es haciéndose unas bajaditas por las pistas blancas de Baqueira, cuyo dominio esquiable va incrementando de año en año hasta situarse esta temporada en los 91 km., que luego no son tantos una vez que te pones la equipación.

Pues aparte de un tiempo estupendo en lo que a sol se refiere (sólo el último día hizo ventisca, nieve y niebla) ha sido muy frío. Como bien se puede apreciar en la imagen, en el momento de la fotografía y con el cielo descubierto, azul y soleado, se puede ver -16º, pero conseguí ver hasta -20º a una altitud de unos 2.300 m.

Por el contrario, y a una altitud de 1.500 m. se puede apreciar -8º, algo más de calor si tenemos en cuenta que son las 19h. de la tarde.

Sea como fuere, pasamos mucho frío, pero algo que descubrimos fue unos «calentadores» de manos. Es un saquito de bolas de carbono que se mantiene caliente durante 7 horas y llega a alcanzar una temperatura de 50ºC. Se pone en la palma de la mano y queda sujeto por el guante y además no es nada incómodo. Os puedo asegurar que es un invento y aunque en ocasiones llega a sudar la mano, en ningún momento se nota temperatura excesiva. Está disponible para pies y manos.