Y las llaves dentro

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Era un día especial para mi amigo Javier. Le entregaban su coche nuevo. Dejaba su Jeep Wrangler de 4L, en estado francamente estupendo, pero tenía el capricho del RAV4 de 3 puertas y como le dejan de fabricar, quería comprar uno antes de que se terminara el stock.

Como hombre cuidadoso que es prepara las llaves, adjuntando el juego de reserva que tenía en casa. Con los nervios cierra el coche manualmente (dicho modelo de coche no lleva ni cierre centralizado ni cristales que bajen electricamente ni otras cosas que traen muchos coches, pero el espíritu del Jeep Wrangler es así), sin darse cuenta de que las llaves están puestas en el contacto.

Me llama para ver si se me ocurre algo, bajamos, miramos el coche que está……………….perfectamente cerrado.

Vamos a ver a un cerrajero, pero dice que esos coches son muy difíciles de abrir y que llamemos a alguien especializado. Le sugiero llamar al RACE.

La asistencia del RACE ha llegado en 20 minutos, lo primero que ha hecho ha sido introducir una especie de colchoneta por la rendija de la puerta e hincharla (dos unidades) lo que ha provocado que la puerta se abriera un poco permitiendo introducir un alambre, que no sin cierta dificultad, ha conseguido bajar un poco el cristal de la ventanilla y proceder a la apertura de la puerta.

Ha habido aplausos para el señor, de nombre Alejandro, ya que había personas asomadas a las ventanas para observar la maniobra. Con estas personas tan profesionales da gusto.

Nuestras felicitaciones al RACE y al señor que ha efectuado toda la operación (Alejandro).