Estuvimos de fallas y… comimos paella

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En Calpe, ciudad costera alicantina, famosa por su peñon, celebran casi todas las fiestas, nacionales, internacionales, por lo que siempre hay fiestas.

En este caso es más normal, el tema fallero, por lo que allí montaron dos fallas, una digamos que para adultos y otra para los más pequeños, así como una caseta ferial.

Cada día había un menú diferente para degustar por todos los que así lo desearan, en nuestro caso fue el día 18, sábado, que aprovechando el mercadillo ya nos quedamos merodeando por allí y había paella (creo que en días anteriores había sardinas asadas).

Cerca de la falla, montaron una paella para 1.200 personas, que por riguroso orden guardaban cola para la degustación de la misma. Lamento no haber preguntado las cantidades de los ingredientes, pero el resultado fue estupendo, pues salió muy rica a pesar de la dificultad de confeccionar una paella tan grande.

Mi enhorabuena a los cocineros y a la organización.