Turismo de lujo

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Me puedo considerar afortunado de conocer el mundo de los coches y las matrículas de muchos de los países en los que he estado. Como en todos los sitios siempre hay algún «despistado» que no va por su país con su coche, por lo que aunque no haya estado en Marruecos, he visto matrículas marroquíes, he visto matrículas estadounidenses y no he cruzado el «charco» y de Europa conozco casi todas porque he viajado mucho.

Sin ir más lejos, ahora me encuentro con mi coche en Cardiff conduciendo por la izquierda y, aunque sin probar un coche completamente inglés con el volante, espejos, asientos y demás al otro lado, no me iré sin hacerlo.

El caso es que ayer sábado estuve paseando por el centro de la ciudad y me llamó la atención una matrícula, al igual que el coche, un Audi TT con cuatro tubos de escape y unas llantas llamativas, con el volante a la izquierda. La matrícula era blanca, por lo que me acerco y leo «Dubai» con letras árabes y números. Nada más y nada menos que desde los Emiratos �rabes Unidos se había venido el coche, y no cualquier coche. ¡Va de asiáticos el fin de semana!

Cuando llegué a casa busqué en Google y de repente me aparece el hotel más lujoso del mundo, con nada más que 7 estrellas, único en el mundo y con una construcción espectacular, el Burj Al Arab, donde seguí buscando por curiosidad y el precio de la suite doble por noche es de 4.700 dirhams, que equivalen a 1.100 euros. No lo puedo pagar, pero para ser el más lujoso, con muchos servicios únicos en el mundo, no me parece nada caro.

Se admiten invitaciones.